Romanticismo
LITERATURA Y MUCHO MAS
viernes, 15 de noviembre de 2013
CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO
Individualismo. El romántico se rebela contra todo lo que se opone a su yo personal contra lo que limita sus aspiraciones amorosas, sociales o políticas. De ahí que las obras expresen la intimidad del artista y sean una visión subjetiva de la realidad.
Rechazo de la realidad. Los límites que el mundo impone al romántico le producen un sentimiento de frustración y, frente a ella, reacciona mediante la evasión o la rebeldía.
La evasión le permite refugiarse en la imaginación de mundos fantásticos, de países exóticos (Oriente, América y, para muchos europeos, también España) o de épocas pasadas (Edad Media y Renacimiento).
La rebeldía contra el orden establecido y las costumbres convencionales está presente en muchos temas románticos: rebeldía política (el conspirador), defensa de los marginados (pirata, verdugo, mendigo…), etc.
Defensa de la libertad. La libertad constituye la base del pensamiento romántico, pues se considera fundamental en todos los órdenes de la vida: en lo social, lo político o lo artístico. En el arte, los románticos aspiran a expresar el sentimiento, la pasión o lo irracional sin ataduras ni convenciones. Por ello, rechazan las reglas neoclásicas.
La naturaleza. El mundo natural adquiere importancia en el arte, y el paisaje se adapta al estado de ánimo del autor. Son frecuentes los paisajes intrincados, ásperos o desolados, como los representados por las tuinas de castillos o monasterios, las tormentas, la noche o los cementerios. Estos paisajes intensifican los sentimientos de melancolía, tristeza, soledad, exaltación, angustia por la muerte…
GÉNEROS LITERARIOS DEL ROMANTICISMO
Lírica
Poesía lírica intimista, que expresa los anhelos y frustraciones del poeta: sentimientos como el amor; el desengaño o la soledad, y temas sociales y religiosos. En esta corriente destacan Espronceda Bécquer y Rosalía de Castro.
Narrativa
La poesía narrativa, que recoge leyendas y temas históricos, cultivada por Espronceda, el duque de Rivas y Zorrilla.
El Teatro del Romanticismo
Este movimiento, el Romanticismo, nace como respuesta al Neoclasicismo, en contestación a su modo crítico de ver el mundo y a la cuadratura y rigidez de pensamiento racional.
El Romanticismo pretende retornar a las raíces, buscar la expresión misma y liberarse de los yugos de lo estricto del pensamiento, para dar paso a obras dinámicas y de exaltación de la individualidad humana. Se deja atrás la concepción aristotélica de los tres actos y se une la prosa con el verso en los textos, dando pie a relatos de angustia, fantasía o de liberación de sentimientos por medio de la palabra, sin importar lo que dictaba la razón.
El teatro en el Romanticismo
El Romanticismo, con su imaginación, logra despertar el interés por el teatro al estrenarse en 1835 Don Álvaro, del Duque de Rivas. El mayor éxito del teatro romántico lo alcanzó la obra Don Juan Tenorio, de José Zorrilla, en 1844.
Características
- Desaparecen las rígidas normas neoclásicas. Los escenarios son muy variados y el tiempo se acorta o se alarga a gusto del autor.
- Temas. Preferencia por los temas legendarios, caballerescos o de la historia nacional.
- Técnicas. Aumenta el número de actores y se mezcla la prosa y el verso.
- El tono de la obra es vibrante. Abundan las escenas violentas, duelos, suicidios, muertes, ambientes sepulcrales...
Técnicas literarias
Los románticos toman como modelos los más apartados de los clásicos: la literatura medieval, el Romancero, la Biblia, el pasado histórico...
- La poesía
Se revaloriza el romance, surgen nuevas estrofas y los poetas combinan a su gusto versos y estrofas.
- El teatro
Se mezcla la prosa con el verso, lo trágico con lo cómico y desaparece de la obra de teatro todo afán didáctico o moralizador. Sólo se pretende conmover al espectador, provocándole entusiasmo, terror, espanto, tristeza...
|
Suscribirse a:
Entradas (Atom)