CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO
Individualismo. El romántico se rebela contra todo lo que se opone a su yo personal contra lo que limita sus aspiraciones amorosas, sociales o políticas. De ahí que las obras expresen la intimidad del artista y sean una visión subjetiva de la realidad.
Rechazo de la realidad. Los límites que el mundo impone al romántico le producen un sentimiento de frustración y, frente a ella, reacciona mediante la evasión o la rebeldía.
La evasión le permite refugiarse en la imaginación de mundos fantásticos, de países exóticos (Oriente, América y, para muchos europeos, también España) o de épocas pasadas (Edad Media y Renacimiento).
La rebeldía contra el orden establecido y las costumbres convencionales está presente en muchos temas románticos: rebeldía política (el conspirador), defensa de los marginados (pirata, verdugo, mendigo…), etc.
Defensa de la libertad. La libertad constituye la base del pensamiento romántico, pues se considera fundamental en todos los órdenes de la vida: en lo social, lo político o lo artístico. En el arte, los románticos aspiran a expresar el sentimiento, la pasión o lo irracional sin ataduras ni convenciones. Por ello, rechazan las reglas neoclásicas.
La naturaleza. El mundo natural adquiere importancia en el arte, y el paisaje se adapta al estado de ánimo del autor. Son frecuentes los paisajes intrincados, ásperos o desolados, como los representados por las tuinas de castillos o monasterios, las tormentas, la noche o los cementerios. Estos paisajes intensifican los sentimientos de melancolía, tristeza, soledad, exaltación, angustia por la muerte…
No hay comentarios:
Publicar un comentario